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jueves, 28 de mayo de 2009

Un artículo inadvertido los desnuda.


A principios del dos mil asistí a un foro de ATTAC en el teatro providencia. Los oradores eran actores, la protagonista Gloria Lazo. Pensé que habrían argumentos pero ni por descuido se estructuró alguno. El espectáculo comenzó con un homenaje a José Bové, una autoridad casi sagrada para ellos y para algunos, pero que siendo estrictos su único acierto ha sido conducir su tractor hacia un Mc Donalds en una protesta proteccionista en 1999. Si este acto de protesta lo hubiese realizado en Chile estaría aún preso, o por lo menos procesado, pero en Francia atacar a las cadenas internacionales no sólo era un acto de insobordinación ante el capital sino que uno de protesta nacionalista, chovinista y patriotera. Por muchos años en dicho país se prohibió la existencia de carteles escritos en un idioma que no fuera en autoctono; la globalización y antiglobalización se forjó como un antagonismo entre lo local y lo estadounidense.

Gloria Lazo recordó el acto vandálico de Bové y lo situó a la altura de manifestantes de 1968 o de la plaza de Tian'anmen. El público gritó enfervorizado marcando la señal para retirarme. Desde luego escapé y casi pierdo a una mujer, que luego perdí por otros motivos estúpidos, por no esperarla en aquel sitio.

En esa misma época fui testigo durante dos Foros Mundiales en Porto Alegre del proselitismo de ATTAC que se justificaba como nuevas formas para nuevos tiempos. Lo dramático es que esas formas carecían de fondo, o de un fondo explícito, y sólo se preocupaban de reclutar incautos entusiasmos juveniles para vaya saber quién qué propósitos. El marquetín sofisticado de ATTAC sumado a su intento de controlar las instancias organizacionales de los Foros fue una de las causas de que dichas instancias se desperdiciaran. Me quedó la impresión desde entonces que la nutrida y sofisticada propaganda de la institución no provenía de los bolsillos de sus sonrientes feligreses sino que algo más tangible, que un grupo de activistas pagaba los baguettes y la champaña.

Los incautos de siempre cayeron rendidos ante el discurso fácil antiyankee, pues para muchos en nuestra región, lamentablemente, la izquierda constituye una fase del desarrollo de su personalidad, justamente aquella en que se considera nefasto todo aquello que piensa el padre; el padre de los padres, para estos pobres sujetos sujetados, es la imagen de los EEUU. Esto define el cauce de sus acciones, sellando el caracter momentaneo y superficial de dichas fases de rebeldía que nunca producen cambios radicales.

Le Monde Diplomatique llegó a américa latina en una simbiótica danza con ATACC, institución que se constituyó a su alero. Por suerte su influencia sólo alcanza a los platudos que podemos pagarla y los cabezones con tiempo que podemos leerla, pero eso es muy distinto a las espectativas quizá sobredimensionadas de los que la producen y distribuyen.

Esta publicación tiene algo más de cuarenta años y su función era ser una revista de revistas francesas distribuidas en las sedes diplomáticas por todo el orbe, principalmente en sus colonias. Pronto ese proceder se complementó con la producción de los diplomáticos que le contaban a los metropólitanos qué tan hediondos eramos los indios.

Le Monde Diplomatique, al igual que otras instituciones francesas como DIAL (Distribución de Información Sobre Latinoamérica) no se constituyeron para liberar a los pueblos oprimidos sino precísamente para espiarlos, controlarlos, conocerlos, afianzar el dominio económico-cultural, y reforzar el colonialismo. De paso arrimar a su aras a unos cuantos intelectuales criollos para que se afrancesesaran.

Lo anterior no está en duda, lo discutible es si esas instituciones siguen respondiendo a esos nefastos fines. Esto lo digo como lector habitual del Le Monde Diplomatique y como columnista de Alterinfos, filiada a DIAL.

El artículo "Tótem y Tabúes" de Jacques Sapir (Le Monde Diplomatique, edición chilena, Marzo de 2009) da argumentos a favor de considerar dicha publicación como una agencia francesa interesada. En su extensión, el doble de lo habitual, adornada con muchos gráficos, se dice sin ambagues que se debe volver al proteccionismo en Francia aunque eso produzca una catástrofe para todos los demás, empezando por los pobres es decir, nosotros. La economía francesa, y sus trabajadores, son tan importantes que valen la cesantía y la misería del tercer mundo.

Bové protestaba en contra de nosotros, no a nuestro favor. La prédica de los "antiglobalización", muchos de los cuales se han travestido en "altermundistas", es defender la industria y el agro metropolitano en desmedro de los intereses periféricos. Las reglas del intercambio en desigualdad parten y terminan en el proteccionismo del primer mundo. Mientras nuestras fronteras están abiertas para que extraigan los recursos naturales que demandan los neocolonialistas están cerradas para recibir nuestras manufacturas.

Separemos la paja del grano, leamos sus revistas como lo hacemos con cualquier otra: Con la mente abierta y alerta. No creamos de buenas a primeras las buenas intenciones de los policías buenos, pues ellos no existen.

2 comentarios:

igor cerda neira dijo...

mmm...
si, en realidad, el analisis de algunos personeros "representativos" es muy cierta...

eso de la globalizacion o del altermundialismo es algo que hay que seguir discutiendo, por que mientras este confuso, sirve para cualquier cosa, menos para nuestra liberacion...

en todo caso, en le monde diplomatique, se pueden encontas muchas cosas mas que lo que muestra este analisis, por lo las recomendaciones no estan demas: lectura critica, reflexion exahaustiva, discusion abierta...
saludos

igor cerda neira dijo...

se me olvidaba: GRACIAS POR RESTABLECER EL LINK!

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