Bastará un tenue fulgor para iluminar las tinieblas.
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El Saludo de la Discordia.
Los ciento y pico días de Piñera arriba del columpio.
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“Nuestro presidente, exitoso empresario e hijo de diplomático, desconoce las normas más elementales de urbanidad a placer, según existan o no negocios de por medio. No trepida en dejar en vergüenza al país, o en arriesgar un cotejo público de sus acciones.”
El juego de la pelotita.
Lo digo con frecuencia, hasta la majadería, no existen temas triviales sino formas triviales de abordar los temas.
Es fácil criticar al fútbol o a la farándula como temas menores, y cuando se lo analiza como industria generalmente se omite que estructuralmente son lo mismo que cualquier otra sea la minera, la periodística, la literaria o la académica.
En temporada de mundial de fútbol debemos tolerar meses tontos, los que se suman al resto de las festividades y las vacaciones. Notas de prensa sexistas y frívolas abundan, los medios convergen en alimentar a la piara con afrecho pues son recompensados por sus patrones con publicidad, y la piara les da rating.
Es fácil, por lo tanto, articular un discurso anti fútbol [1], que culpe a dicho deporte-industria de todas las calamidades, de aquello que Nicanor Parra dice con su antológica ironía “las miserias del mundo moderno”. Esto linda en lo conspirativo de medio pelo, en la especialidad de chileno Falsate [2], produce un alivio el creer que todo lo criticable depende de algunos titiriteros, de que un simple ¡llame ya! solucionará todo, desde el calentamiento global hasta el pie de atleta.
Pero no todo es tan simple. Eduardo Galeano en un artículo publicado en el Ciudadano [3] reconoce que el cierra la cortina cuando empieza un mundial de fútbol, sería de mal gusto acusar a tan connotado miembro del red set como un “agente del imperio”.
El fútbol es una tontera, como gran parte de nuestras actividades, a fin de cuentas si no somos amenazados por el hambre debemos lidiar contra el acoso del aburrimiento. Cuando esta “tontera” se organiza tenemos como resultado un constructo que analítica, y sólo analíticamente, podemos dividir en dos. Por una parte es espectáculo, y por la otra, industria.
Y como todo espectáculo, y toda industria, la política no sólo acecha sino que está imbricada. No olvidemos que en civilización el gobierno es pan y circo. Existen testimonios de uso político de deportes en la antigüedad y toda suerte de especulaciones con juegos de pelota, muy similares al actual, en el imperio Maya y en la China. La relación entre pelota y política no es tan forzada, es una casualidad poética que los episodios más importantes de la revolución francesa se hayan producido un un gimnasio, “el salón de la pelota” en donde unos se situaron a la “derecha” y otros a la “izquierda” y un “haz de luz entró por la ventana” como expresa el pintor Jacques-Louis David.
Mussolini usó el fútbol, Franco también con el Real Madrid, Videla en el mundial de 78'no escatimó recursos, hasta el famoso tongo con Peru, para ganar la copa. En la misma época Pinochet hizo lo suyo con la selección nacional al punto que en el 82' cargaron casi tantos kilos en toallas como en cocaína para ese mundial.
Pinochet siguió su senda de fracaso en fracaso, el último clavo en su ataúd dictatorial fue la frase “accionista honorario de Colo-Colo” en una recordada publicidad del no [4].
Frei Ruiz Tagle usó y abusó de la “roja” del Pelao Acosta y la dupla ZaSa, en los tiempos en que raramente visitaba Chile o decía algo relevante o popular. Bachelet continuó la senda, y fue la mejor exponente del populismo pelotero, tanto así que viajó a sudáfrica como una seleccionada más, la única que excedía el 6% de grasa corporal que Bielsa exigió perentoriamente en su delegación según trascendió a los medios.
El Sarkozy Chilensis.
Sebastián Piñera cómo no iba a aprovechar la figuración que permite el fútbol, qué mejor que hablar de modo fluido y aseverar categóricamente en asuntos irrelevantes y que no le causan ni un rayón de pintura a los intereses creados. Ser experto en fútbol es ser erudito de la nada, hablar de fútbol es el auténtico onanismo pues la masturbación produce, o debiese producir, a lo menos un orgasmo.
Comprendiendo que es un negocio que sólo produce ganancias y sin riesgos, el especulador bursátil se hizo de Colo-colo y “el equipo de todos” desde entonces nunca más brilló. Piñera no perdió nada pero tampoco ganó mucho por lo que quiso en su campaña colgarse de los éxitos de Marcelo Bielsa a quién se le contrató por la no despreciable suma de 342,9 sueldos mínimos. [5]
Al salir por la culata ese tiro, puesto que Bielsa y Mayne-Nicholls adjudicaron la campaña al apoyo de Bachelet, Piñera insistió, esta vez en calidad de Presidente de la República, y con su incomprendido humor y forzada simpatía visitó a los jugadores, técnicos y dirigentes en su “reducto”, Juan Pinto Durán. Se trataba de una ceremonia pública, oficial, obviamente diseñada para la cobertura por los medios, empero, era prioritario que el mandatario cumpliera las normas elementales de cortesía cuestión que no hizo.
Tal como diversos textos de protocolo enseñan, en especial el Manual de Manuel Carreño, es de muy mal gusto referirse a las personas por sus apodos, y aún más hablar de modo público de sus defectos físicos, deficiencias psíquicas o dolencias. Piñera hizo todo esto, peor, en calidad de visita. Existe una agravante más, que todos dejan fuera del análisis, ni el presidente de la ANFP, ni el entrenador de la selección chilena, ni ninguno de los seleccionados son subordinados del presidente de la república. Por lo tanto podrían haber respondido al agravio con una huida masiva cuestión que hasta el conservador manual en comento comprendería. Se debe dejar mención que todos los participantes en esa reunión, incluyendo por cierto a los periodistas, actuaron más allá del cumplimiento del deber. No olvidemos que Piñera trató a todos los jugadores de la selección e integrantes del cuerpo técnico por sobrenombres ¡aún aquellos que no tenían apodo! Y, no se detuvo ahí, importunó a Suazo con su lesión en la pierna, no sólo preguntando más allá de lo debido, no sólo ordenando que jugara de todos modos haciendo gala ante los medios de una cadena de mando inexistente: Piñera además de ello hizo algo incalificable en un acto oficial, tocó la pierna del jugador como si fuese la de Cecilia Morel y estuvieran en el dormitorio, para mal de males la pierna que estaba sin lesión. [6]
El Protocolo.
El protocolo, y el respeto a las mínimas normas de urbanidad, poseen una función crucial en nuestra relación con personas desconocidas, o bien, entre poderosos, o entre gobernantes y gobernados.
No son antiguallas como quisieran algunos, el desafío de los formalismos es defendible y el ritualismo es criticable pero las relaciones políticas o económicas se forjan al fragor de las desconfianzas y reticencias mutuas. La razón por la que la humanidad es menos violenta que las comunidades de los demás primates es adjudicable al lenguaje, pero no siempre hablamos el mismo idioma, inclusive cuando compartimos la lengua. Las normas de cortesía cobran aquí su importancia.
En términos generales las relaciones internacionales se rigen del mismo modo en que las de dos humanos que se encuentran en medio de un bosque inaccesible, en que cualquiera de los dos podría matar pero, en que ambos, prefieren saludarle e intentar una charla. Esto es la reciprocidad.
La comunicación no verbal pondrá de manifiesto nuestras intenciones, nuestra capacidad de “leer la mente”[7] traducirá estos códigos, más complejos que cualquier lengua, y se huirá, atacará o servirá un trago como respuesta.
Si nos relacionamos con el Presidente, aquel que representa todo nuestro aprecio por el país o todo el desprecio por el estado o el gobierno, querremos hacer saber ese honor o malestar, vivimos en un país libre. Yo lo insultaría, o le diría unas cuantas verdades que para él y su equipo de matones fuera insultante; otros intentarán golpearlo, los comprendo. La obligación es de él, solamente de él. Piñera es el presidente, nuestro mandatario, el no podrá reprocharme ninguna conducta salvo un delito, así lo prescribe expresa y tácitamente la constitución política, tengo el derecho a expresarme. El presidente me debe cortesía, y si yo no le correspondo no le debo disculpa alguna. Esto lo digo siendo chileno, si fuera extranjero otras razones adicionales tendría, más aún si he sido agraviado por él directamente. Pero no nos adelantemos.
El protocolo no es una frivolidad. Está tan arraigado en nosotros que los conquistadores españoles y portugueses fueron agasajados como visitas por pueblos que desconocían sus intenciones, pero ello no les impidió ser corteses [8].
Sigamos con nuestro Sarkozy.
En un artículo del Le Monde Diplomatique edición chilena [9], se especulaba que los escándalos privados de Sarkozy más que minar su gobierno lo fortalecía. Que se divorciara, que se casara con una mujer mayor, que esa mujer mayor fuera una cantante de farándula, que ella reconociera que se había encamado con media Europa, que hasta sus canciones hablaran de ello, que se remataran fotos de la primera dama de Francia desnuda en los EEUU, etc.
En la era del espectáculo nada es mala publicidad, todo es, publicidad a secas.
Y mejor aún, los escándalos Sarkozy han sido la mejor cortina de humo para cubrir los hechos y actos que sí debiesen escandalizar.
Algo idéntico ocurrió con las chambonadas de George W. Bush, o los innumerables incidentes protagonizados por Berlusconi. En nuestras tierras la triada del demonio de los noventa, Fujimori, Frei y Menem, hicieron de sus gobiernos extensiones del “Viva el lunes” o “Laura en América”.
Equivocarse en lo público para Piñera ha sido demasiado rentable. En los ciento y pico días que viene gobernando no existe ninguno en que se haya bajado del columpio. Sus intervenciones han sido aún más risibles que cualquier imitación o sátira que se inspire en ellas.
La ex Presidenta Bachelet tartamudeaba hasta para decir su nombre cuando hablaba en castellano. Se le escuchaba parlotear fluidamente en inglés, recordemos que se educó en una academia de inteligencia militar estadounidense; en alemán y en francés también se expresa con naturalidad. Sus deslices son se antología, el último parece un mito urbano:
En la primera conferencia de prensa posterior al terremoto, el mediodía del 27 de febrero, dijo de memoria la opinión oficial del gobierno, es decir, que casi no habían muertos ni daños, no existió tsunami y que todos los edificios de país habían resistido. El primer periodista en preguntar, más preocupado en figurar que en producir información relevante, le preguntó cuál era su opinión “personal” de lo ocurrido. Bachelet respondió con la cara de madre bondadosa que debería patentar antes que la clonen “esto ha sido una cagastrofe” (sic)
Casi nadie en Chile a esa hora tenía electricidad, o en su defecto, un televisor, por lo que tal error pasó inadvertido. Lo cruel de la historia es que el comunicado de prensa de por sí implica al gobierno de Bachelet en la catástrofe que advino al terremoto y tsunami, es una prueba suficiente de su incompetencia a la hora de abordar la materia. Un país más despierto, sin embargo, se hubiese reído a mandíbula batiente con la “cagástrofe” en vez que indignarse con la catástrofe.
Eso es lo que ha ocurrido con Piñera. Todas y cada unas de sus lamentables intervenciones públicas no hacen más que entretener y distraer al pueblo mientras gobierna con total libertad, casi sin oposición, aprovechándose del shock posterior al “marepoto.”
¡Compañero Camiroaga, Presente!
Mientras el show continúa, en un país en que cada vez más se parece a los más siniestros días de los noventa (sí, dije noventas, cuando se nos quería decir que la alegría había llegado y había que guardar silencio), me es imposible no recordar un cuento que escribí:
“La algarabía era tal como en los mejores momentos de un canal pero multiplicado por cuatro. A las once y media cualquier televidente podía preguntarse como Jorge Hevia y Paulina Nin se mantenían frescos como una lechuga luego de más quince horas de reírse tirar tallas y dar consejos a la opinión pública sobre el tránsito, las compras, cómo vestirse y peinarse. Pero esa pregunta podría haberse hecho en cualquier teletón o en cualquier estelar, la diferencia es que el zapping no permitía comparar haciendo el jolgorio demasiado evidente. Don Francisco regaló dos automóviles, que obviamente no eran de él, y Vodánovic se disfrazó por un rato del Chacal de la trompeta. Nelson Avila y el cura Errazuriz ganaban cámara mirándole su entrepierna depilada a la Cecilia Boloco, el primero de envidia y el segundo con una prominente erección que traslucía su sotana. Los bufones oficiales, ante tanta competencia, tonteaban al punto de arriesgar sus vidas: Felipe Izquierdo se tiró de la Torre Entel cayendo en una bacinica que habían llenado los hermanos Larraín, luego que los periodistas de los matinales se batieran a duelo con los del espectáculo jugando al pillarse en pleno centro de Santiago.” Transmisiones indiscretas, Ariel Zúñiga [10]
La frivolidad del nuevo gobierno, el desgobierno en el canal nacional, los meses tontos del mundial, la amenaza del bicentenario (nadie sabe qué diantres se celebra en dicha fecha) [11] hace que el país haya vuelto a ser un continuado Viva el Lunes.
Ya que el presidente es, al mismo tiempo, dueño de una de las principales emisoras de televisión no ha podido nombrar un director del canal público, TVN, sus conflictos de intereses son otros voladores de luces que encandilan mientras intenta con fuerza la privatización de la gran minería con mano mora. La falta de un director responsable ha hecho de la búsqueda de rating la única misión de la estación, fuera de cualquier otra consideración.
Las burlas al presidente, como dije, más que afectarlo lo ayudan a llevar su política de gobierno en la oscuridad de los pasillos mientras copa la agenda con sus líos familiares o equivocaciones.
En el programa de TVN Halcón y Camaleón, conducido por Felipe Camiroaga y que cuenta con las brillantes imitaciones de Stefan Kramer, Piñera, y el sector de Piñera, ha sido el blanco directo del humor, que ha escalado al punto de transformarse en la más mordaz sátira política que se recuerde en televisión.
Reseñemos algunas de las pequeñas “bromas” transmitidas en el canal nacional:
En el primer capítulo se aludió a la condición de consumidor frecuente de cocaína del hermano del presidente.
Posteriormente se realizó una sátira por la fría recepción, después de que Piñera insultara a los jugadores y técnicos, en Juan Pinto Durán.
Al alcalde de Santiago, uno de los personeros más importantes de la derecha, se lo imita hasta en los comerciales del auspiciador del programa, y las bromas, no son sutiles, hasta se le ha motejado de mujeriego en su cara, y le han realizado pitanzas.
Pero lo que ha rebasado la paciencia del gobierno ha sido la compleja puesta en escena de este domingo, en que se invitó a la ex presidenta Bachelet quien fue entrevistada por Camiroaga. El animador la trató en todo momento de “presidenta”, intervino Stefan Kramer imitando a Marcelo Bielsa, y a Piñera mediante un video. En esta última imitación, lejos lo mejor que he visto en TV chilena en mi vida, Kramer repasa el incidente del “saludo” en la Moneda, de principio a fin, y involucra a la hija del mandatario quién había metido su nariz en el asunto por twitter.[12]
Por este último medio hice notar mi sorpresa [13], estaba claro que Piñera, muy se favoreciera de las cortinas de humo que provoca no podía dejar que se lo humillara. Lo peor del asunto es que sí se lo merecía, pues no sólo fue el único culpable del incidente “saludo” sino que además Marcelo Bielsa y Harol Mayne Nicols debieran haberle dado un escupitajo en vez que la mano.
El “Saludo”.
Hasta aquí vemos que el fútbol no es sólo fútbol, tampoco el espectáculo. Para nuestro Presidente es al mismo tiempo poder y dinero ya que es accionista de uno de los principales clubes de primera división. Piñera tuvo que enfrentarse a Halrol Mayne-Nicholls en términos duros en múltiples oportunidades pues pretendió atropellar al funcionario de la FIFA pues quería que su Colo-Colo obtuviera triunfos, para figurar, y también utilidades más allá de lo razonable. Se enfrentó también, en calidad de dirigente de Colo-colo, con Marcelo Bielsa, a quien le negó en múltiples oportunidades a los jugadores.
Para cuando Piñera fue invitado protocolarmente a Juan Pinto Durán a la despedida de la selección chilena, las relaciones ya estaban tensas. Piñera designó como subsecretario de deportes al accionista mayoritario de Colo-colo y ambos apoyan a un candidato que pretende desbancar a Mayne-Nicholls y su proyecto de fortalecer a los clubes de regiones y a los pequeños.
Y qué hizo Piñera, trató de loco a Marcelo Bielsa, de Pitbull a Gary Medel, de Chupete a Suazo y todo lo que sabemos.
Para que todo quedará peor al ser eliminado el equipo de Chile en el mundial, Piñera “invitó” por la prensa a la selección al palacio de la Moneda. Lo digo entrecomillas pues lo que hizo fue dar por hecho de que la visita se concretaría olvidando convenientemente, una vez más, que ni Bielsa, ni Mayne-Nicholls, ni los seleccionados son sus empleados y o subordinados.
Mayne-Nicholls protestó, el asunto se arregló a la chilena, se realiza una reunión oficial en la Moneda, los anfitriones son Gabriel Ruiz Tagle, el subsecretario de deportes, y Piñera, el presidente de la república. Bielsa se cruza con uno de los personajes más detestables, el caradura de Ruiz Tagle, y no queda claro quién no saluda a quién, Bielsa estaba en su derecho de no hacerlo pero tampoco se ve a Ruiz Tagle extendiendo el brazo.
Este detalle no es menor, por normas de etiqueta, urbanidad o protocolo quien debe extender el brazo es 1º El superior al inferior 2º El anfitrión. En este caso, y sólo protocolarmente, Ruiz Tagle era el superior de Bielsa y además el anfitrión, es decir, Ruiz Tagle no queda con la mano estirada pues jamás la extiende, ergo, no saluda a Bielsa, lo ignora, debiendo recibirlo en calidad de anfitrión y superior.
Lo dicho sobre Ruiz Tagle se extiende y agrava en el caso de Piñera. No es Bielsa quien ignora a Piñera sino al revés, Bielsa incluso fuerza el contacto con una venia, algo que nuevamente debe ofrecer antes el superior y o anfitrión.
Esto podría haber sido un detalle sin importancia pero la hija del presidente reaccionó indignada y consideró la situación, que obviamente no entendía ni entiende, como un agravio en contra de su padre y el país.
El presidente en vez que desmentir a su hija, y el gobierno en vez que aclarar la situación, o simplemente darla por superada, reaccionó de forma histérica lo que llevó a que personeros de su sector solicitaran por los medios hasta que se le revocara la visa de trabajo al entrenador trasandino.
A Marcelo Bielsa no le quedó más que dar explicaciones, sólo eso, las que fueron interpretadas públicamente por la Moneda a través de la vocera Ena Von Baer como una disculpa, pero ello no se desprende de la lectura de la misiva. [14]
En la misma reunión el jugador Jorge Valdivia ingresó con una cámara, y en vez que saludar a Ruiz Tagle y a Piñera, a ambos los dejó un buen rato con el brazo estirado, los filmó como si fuesen animales de un zoológico. Nuestro presidente no se refirió al asunto, aunque probablemente habría dicho que no debemos tomarnos tan en serio las cosas.
Como vemos nuestro presidente, exitoso empresario e hijo de diplomático, desconoce las normas más elementales de urbanidad a placer, según existan o no negocios de por medio. No trepida en dejar en vergüenza al país, o en arriesgar un cotejo público de sus acciones.
El espectáculo debe continuar.
En una entrevista al director nominal de TeleSur, [15] Aram Aharonian realizaba una profunda crítica al medio. La entretención era a su juicio un elemento indispensable en los medios, si la izquierda no era capaz de realizar una teleserie o un programa de entretención seguiría incapacitada de llegar con sus mensajes a ese pueblo que dice representar y defender. Estaremos viendo hasta el final de los días el Chavo de 8, sentenció.
No poder producir un espectáculo que al mismo tiempo emancipe y entretenga, como aquellos alimentos que nutren saludablemente y a la vez son sabrosos, es el límite insalvable, el techo de las buenas intenciones. La derecha monopoliza la tele basura y sus políticos son verdaderos artistas capaces de recurrir a todo por dinero, poder y o rating.
Por otra parte la frivolidad impuesta desde arriba, la falta de respeto de un presidente que cumple las normas de urbanidad cuándo y con quién quiere, nos expone como estado pues este tipo de “bochornos” en la alta política son inaceptables.
Notas.
[1] Por ejemplo El fútbol, ese leal amigo del capitalismo, de Terry Eagleton http://www.sinpermiso.info/textos/index.php?id=3460
[2] El Problema con Falsate (parte 1) http://terceracultura.cl/2010/05/11/el-problema-con-falsate-parte-1/
[3] El Ciudadano edición Impresa, Segunda quincena Junio de 2010, páginas 2 y 3 "Cerrado por Fútbol" Entrevista a Eduardo Galeano por Julio Boccalatte y Marcos Gonzalez Cezer.
[4] Colo Colo y la sombra de Pinochet http://www.notasdefutbol.com/otras-ligas/colo-colo-y-la-sombra-de-pinochet
[5] Mi opinión sobre la contratación de Bielsa y el abuso del fútbol se sintetiza en estos artículos: Bielsa y la Clase Dirigente Nacional http://violenciaycontrol.blogspot.com/2008/03/bielsa-y-la-clase-dirigente-nacional.html; y, El país desde el borde de una cancha de Fútbol http://violenciaycontrol.blogspot.com/2008/09/el-pas-desde-el-borde-de-una-cancha-de.html
[6] http://www.youtube.com/watch?v=ftgaLTXRelA y http://www.youtube.com/watch?v=85sWdMaxTa0&feature=related
[7] Por "leer la mente" los neurobiólogos entienden la capacidad que tenemos de distinguir si un interlocutor nos miente o dice la verdad, o cuales son sus intenciones. Tales recursos son innatos, pero día a día conocemos más de ellos gracias a las investigaciones empíricas.
[8] Tan corteses que Hernán Cortés fue confundido con el dios Quetzalcóatl y le bastó sentarse en el trono Moctezuma para gobernar; o Francisco Pizarro que aprovechó la ceremonia que lo reunió con Atahualpa para secuestrarlo, pedir de rescate todo el oro de Perú y finalmente asesinarlo. Tim Burton bromea en Mars Attack con las consecuencias que puede aparejar saltarse las normas de protocolo. La invasión de los marcianos se produce cuando éstos confunden a la “Paloma de la Paz” con un símbolo de hostilidad.
[9] El bla bla bla de la burka, Segue Halimi. Le Monde Diplomatique abril de 2010. Lea también, Sarkozy: Presidente "Bling Bling" de Mona Chollet, Le Monde Diplomatique Edición chilena, Abril del 2008.
[10] http://violenciaycontrol.blogspot.com/2007/11/transmisiones-indiscretas.html
[11] El acta de independencia se firmó el 12 de febrero de 1818; se trasladaron las festividades al 18 de Septiembre para que coincidiera con las cosechas, de ese modo celebramos una carta de ¡lealtad al rey de España! como fiesta nacional y ahora bicentenario de la misma.
[12] https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOLe18ErSYry1d9TWhS-nIwwcM2NMJ2gw14_Ebykho9gPkv3YhM5gLCq6MMcWh0QnWe8iolIkbhiOe-RRohWezBB94ju-k6UebABTWZaRvjcYj0pPNrPWxkXPwlTZDnQTC1yw/s1600/manena.png
[13] http://twitter.com/azetaene/status/17762575175
[14] http://www.anfp.cl/detalle_noticia.php?noticia=7109
[15] “Quizá no nos dimos cuenta de que los enemigos no estaban sólo afuera”, Conversacion con Aram Aharonian, Vicepresidente de Telesur. Eloy Pardo, Mundo Hispano. http://www.alterinfos.org/spip.php?article2956
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