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viernes, 20 de agosto de 2010

Trazas de explosivos, trazas de verdad, trazas de nada.

Por Ariel Zúñiga Núñez (Azeta Ene)



Esta bitácora, en sus más de tres años de existencia, posee el mérito de haber predicho una serie de fenómenos, en especial reacciones desde el poder.

Nunca ha estado la intención de recibir palmadas en la espalda. La única motivación es que la información de alta calidad que aquí se divulga sirva para iluminar, para ejercer el contrapoder. La contrainformación aquí es un hecho y no un discurso, cumple una función, bastante acotada. Los efectos dependen de ustedes.

Hace meses escribí el artículo “Trazas, explosivos y terroristas”. En él explicaba el modo en que nuestro gobierno intenta reinterpretar las normas sobre armas y terrorismo, en específico el concepto de artefacto explosivo, para tratar de un modo arbitrario y desproporcionado, criminal agregaría, la legítima protesta social.

Este asunto es prioritario para definir el futuro judicial de Muhamad Saif Ur Rheman Khan, ciudadano paquistaní, y Asel Luzarraga, ciudadano Vasco, así como de los 15 imputados por el caso “bombas de ruido”.

Mi argumento lo sintetizo del siguiente modo:

Un artefacto explosivo sólo puede ser calificado de tal si posee la virtud de provocar daños, más bien dicho, debe ser eficiente.

Para que un artefacto explosivo pueda ser calificado como terrorista, este debe tener la capacidad de producir daños de magnitud equivalente a delitos de guerra, en tiempos de paz, o crímenes de lesa humanidad causados por ciudadanos.

En todas las detenciones en los últimos meses se ha recurrido a la excusa de “trazas” de sustancias explosivas. Sin embargo estas insignificantes partículas, las que además dudo que se hayan encontrado efectivamente pues no ha existido un control legal de dichos exámenes, a lo más podrían haber sido calificadas como una causa probable para realizar detenciones transitorias, peritajes y allanamientos.

El caso es que en estos momentos la única “evidencia” que se poseen son estas “trazas”. Existen personas afectadas de prisión preventiva, domiciliaria y carcelaria, por estas “trazas”.

Esto es un absurdo; en un sistema legal un absurdo se llama ABUSO.

Nadie puede ser juzgado porque le encuentren trazas de marihuana, trazas de cocaína o trazas de documentos falsos. Si desean procesar por explosivos exhiban los explosivos no las trazas de los mismos ya que dichas partículas no explosionan.

A continuación los informes de carabineros sobre el Tetryl y el TNT.

En ambos se detalla aquello que mencioné en mi ensayo sobre los explosivos. En ambos queda en evidencia que las trazas encontradas no habrían podido jamás explotar POR LO TANTO LOS ELEMENTOS ENCONTRADOS NO SON EXPLOSIVOS.

* Dejo mención que en el caso de las “bombas de ruido” sólo aparece el TNT después de que escribí mi ensayo en el cual se dejaba por sentado que la POLVORA NEGRA NO PUEDE SER CALIFICADO COMO UN EXPLOSIVO al menos para nuestra ley de armas y explosivos. No me sorprendería que haya sido este mismo gobierno quién haya montado dichos atentados.







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2 comentarios:

delegado alfa dijo...

También el detector es sensible a otros explosivos, como ácido pícrico o picratos. El problema es que aquí, el laboratorio VALMA, comercializa un preparado llamado agua sulfatada pícrica, (que se usa para eczemas y otras infecciones cutáneas), el cual contiene un porcentaje de ácido pícrico, capaz de activar el detector, aún estando diluído.
También hay otro producto, el picrato de Butesin, muy eficaz para quemaduras (también comercializado por por Abbot).

SEO dijo...

Buen articulo, Detector deTrazas Microscopicas

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