Violencia y Control Social

Es el país lo que está en juego.

Por Ariel Zúñiga Núñez (azetaene)

“No lloreís con lágrimas de mujer lo que no fuisteis capaz de defender como hombre”

Heródoto.

Hijos de puta de Punta Peuco
pasados para la punta
asesinos a sueldo de hombros estrellados
que jamás han pasado hambre
de nosotros se alimentan.

Para Piñera, el especulador, el triunfo no da explicaciones y por lo mismo le importa un rábano a costa de cuánto sufrimiento se produzca.

Desde que la huelga de hambre Mapuche se ha visibilizado por los medios, y ha debido pronunciarse sobre la misma, ha ido endureciendo su discurso y sus acciones rompehuelgas en los penales mediante gendarmería.

Ayer lunes, dos hechos acaecidos en la mañana me parecen, en retrospectiva, premonitorios. Piñera afirmó que los Mapuche “atentan contra la vida de otros y también contra la propia” a sabiendas que ninguno de los huelguistas está siendo investigados o ha sido condenado por delitos en contra de la vida o integridad física de las personas; a la misma hora empresarios de la Araucanía llegaron con un camión incendiado hasta el centro de Temuco y colocaron carteles en que se leía “esto es terrorismo”. Para ellos un camión vale más que un ser humano.

A Piñera no lo vi para nada nervioso mintiendo, más bien, calumniando a los manifestantes. Antes los descalificó como irresponsables, antipatriotas, que realizaban una huelga inmoral, ilegítima. Incluyo llegó a decir, mediante Ena Von Baer hija y nieta de usurpadores de territorio indígena, que la huelga de hambre era un acto de violencia.

Por su parte los empresarios del camión quemado no los vi, para nada, aterrorizados.

¿Por qué dije que esto es como el chillido de las ratas que precede el hundimiento?

Porque en una compleja acción de inteligencia Piñera coordinó desde el palacio, mediante el sector que lo apoya, que los asesinos violadores a los derechos humanos más esenciales que se encuentran recluidos en un lujoso presidio que cuenta con equipamiento que los hoteles dos estrellas no poseen, comenzaran una burda huelga de hambre.

Estos asesinos saben, cualquiera lo sabría más ellos que poseen TV cable e internet, que no tienen nada que ganar en ésto, que sólo realizan un último trabajo sucio para los asesinos de cuello blanco, que su acción no tiene otro fin que justificar la negativa a las demandas de los Mapuche.

La compleja operación de inteligencia comprende al diario la Nación, controlado por Piñera, quién en su información “exclusiva” implica de inmediato a la iglesia católica “ellos habrían incluido a los militares para el indulto bicentenario”. Para equilibrar la nota y no se viera redactada de puño y letra del Mamo Contreras, adjuntaron una minuta con el prontuario de los chacales.

Quien se encargó de hacer pública la huelga, y hasta de entregar su comunicado, fue el también empleado de Piñera, Matias del Río, el mismo que atrasó 47 días el referirse a la huelga en el sur.

Antes que aparezcan los concertacionistas furiosos a espetarme “por eso había que votar por Frei” tengan presente unas cuantas cosas.

Respecto a la huelga Mapuche he llamado en reiteradas oportunidades a dejar de lado las cuentas que se les debe cobrar, y sí, se les cobrará, a Carolina Tohá, Ricardo Lagos, Ricarlo Lagos Jr, Michelle Bachelet, Edmundo Perez Yoma, Felipe Harboe, Patricio Rosende y Juan Agustín Figueroa. Todos promotores, y ejecutores, de la ley antiterrorista en la Araucanía entre otros delitos de lesa humanidad. Así que no traten de escaparse o de empatar por ese lado. Los Mapuche tenían todo el derecho a gritarle asesina a Tohá pues sí lo es, fue vocera de un gobierno asesino.

Así que veo como un avance que Tohá y Lagos Weber reconocieran que fue un “error” aplicar la ley antiterrorista en la Araucanía. Imposible no recordar a los socios de Pinochet cuando dicen que ellos no supieron ni vieron y que además existieron “errores” y “excesos”.

Con asesinos no negocio y por lo tanto no habría votado por una concertación orgullosa de sus crímenes ni aunque de candidato al otro lado llevaran al mismísimo Jaime Guzmán resucitado.

Además, lo dije hasta la majadería, habría votado por Frei, hasta por Harboe o Girardi, si es que la concertación hubiese realizado un mea culpa oportuno, hubiese revertido la situación que había creado y le diera el ministerio del interior y la mitad de los cupos parlamentarios a la izquierda. Sin embargo el juntos podríamos tampoco entendió que era la posibilidad de exigir, y peor, dejó que el candidato más concertacionista, más concertacionista incluso que Frei, Jorge Arrate, se vistiera con ropa ajena y pasara por izquierdista.

Entonces no me vengan con la cantinela “esto es culpa de los ultraizquierdistas infantilistas que llamaron a anular el voto”.

No, la culpa es de todos, y es más profunda de lo que creen.

Piñera intenta poner en el mismo lugar a los desalmados asesinos y a las víctimas Mapuche, a quienes se les usurpa el territorio, se les impone el genocidio cultural como única salida, a quienes están tan rendidos que no les queda otra que poner en riesgo su propia vida para protestar.

Quizá lo razonable en este momento es realizar la pérdida y replegarse tácticamente. Me refiero, a terminar con la huelga de hambre pero al mismo tiempo dar por fracasado el bicentenario y no regalarles más flagelaciones a los que compasión no poseen. Es duro lo que digo, la palabra está en los huelguistas.

A lo que me refiero es que se debe comprender, ya, que con el gobierno de Piñera no se puede negociar ya que no posee escrúpulo alguno y es capaz de ponerle chaquetas rojas con el logo del gobierno a los que mataron y torturaron apenas hace dos décadas.

Lo que se debe entender es que con este tipo de fascismo no se dialoga, menos se busca su compasión. No queda más que buscar el modo, aunque tardemos años, de exterminarlos y o expulsarlos de el país. Esa será nuestra independencia, doscientos años después de eso podremos celebrar con gusto un bicentenario.