Bastará un tenue fulgor para iluminar las tinieblas.
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Jugar a la Guerra.
Mientras los militares desfilan con sus nuevas adquisiciones, cómo no preguntarse sobre cuánto bienestar presente y futuro se puede costear con sus suntuarios juguetes. Sin embargo se responderá desde todos los sectores que ellos cumplen una noble misión y que la bandera que contemplamos orgullosos es producto de su heroísmo. Dentro de un contexto muy estrecho tales afirmaciones tienen razón; añadiendo los elementos restantes al análisis nos encontramos con que los militares son una fatalidad y que es inevitable soportar su injustificada arrogancia mientras no cambiemos el orden social que los alimenta.
Sin embargo, junto a su la crítica en general, existe la crítica particular al ejército chileno: Su asociación histórica con poderes económicos foráneos; sus innumerables intervenciones en la política "civil"; sus desproporcionados gastos; sus "éxitos" militares obtenidos sobre poblaciones desarmadas.
Jocelin-Holt encaró a la entonces candidata a Presidenta Michelle Bachelet con su políticamente incorrecta opinión: "Usted, es la candidata tapada de las Fuerzas Armadas". Ella respondió insultada pese a que su padre fue militar y ella Ministra de Defensa. En tal cargo Bachelet se subió a aviones caza y a tanques, inspeccionó artillería, etc. No tiene complejos con los militares y pareciera que entiende, desde su cercanía familiar con ellos, que lo que ocurrió no fue culpa de las Fuerzas Armadas sino que del país en su conjunto. Eso explica que mientras su padre murió víctima de la represión militar y a ella le tocó padecer la tortura, el exilio y la clandestinidad, los militares que ella comanda aún aprenden a aplicar corriente eléctrica e introducir roedores en los orificios del cuerpo humano. La promesa es no aplicar "Nunca Más" esos tormentos a ningún chileno y utilizarlos, sólo en casos extremos, a nuestros vecinos si es que la defensa de un interés económico foráneo lo demanda.
Mientras aún algunos piensan que Izquierda y Derecha en Chile se definen como en Contra y a Favor de Pinochet y por ende, en contra y a favor de las FFAA, otros tenían el asunto más claro empezando por los militares que preferían mil veces a una hija pródiga de la familia militar que a un bastardo civil. Ese es el contexto de la afirmación de Jocelin-Holt, no la compulsión de aparecer en los medios.
Es importante tener presente estas circunstancias ya que la crisis de legitimidad en que está inmersa la "Concertación" puede llevarlos a explotar esta desconocida faceta y a la Presidenta, a recurrir a sus viejas amistades. Esto no es ciencia Ficción, ocurrió frente a todos nosotros y fue un fenómeno natural quien lo impidió.
Un Terremoto "Oportuno".
Sallie Field al recibir un premio Emy dijo que si las "Madres gobernaran al mundo no habría guerra". Una frase para el bronce, lástima que la historia dé miles de ejemplos en contrario: Cleopatra, Isabel la Católica, Isabel de Inglaterra, la Reina Victoria, Tatcher, por sólo nombrar lo conocido por Hollywood, fueron responsables de tantas muertes y conflictos armados como para considerarlas dentro de los gobernantes más despiadados de la historia.
En el caso de Bachelet el que sea Mujer y víctima de las violaciones a los DDHH sólo ha servido para el marketin. Gobierna el Estado de Chile en calidad de líder de la Concertación de Partidos por la Democracia (nombre de fantasía que recibe una banda de facinerosos dedicados a comer del erario fiscal) La "Concertación" por su parte, fuera de su inmediato interés por obtener cargos fiscales, persigue el de perpetuarse en el poder a como dé lugar puesto que muchos de sus personeros no tienen otra posibilidad de percibir ingresos que mediante el tráfico de ilusiones. Los empresarios, que son los que en definitiva los respaldan, prefieren la gobernabilidad hipócrita que les ofrece la "Concertación" antes que hacerse ellos cargo directamente del bulto. Muchos se preguntan de porqué no gana la Derecha. Hay que preguntarse porqué los empresarios no quieren que gane la Derecha. Parafraseando a Gramsci, los empresarios no tienen un partido político, su accionar consiste en utilizar a TODOS los partidos políticos a su favor.
Pero en casos extremos a parte del respaldo empresarial los gobiernos también requieren de un asentimiento del vulgo. A esto hoy se lo denomina crisis de popularidad. Estas crisis desembocan por lo general en una alternancia en el poder o en una pérdida de legitimidad creciente que atenta contra el trabajo a cabeza gacha y el consumo desaforado: Es decir, conspira contra los índices macroeconómicos.
Los empresarios no quieren a Piñera, no por celos profesionales, sino por que saben que quiere ser presidente para darse un "gustito". Los negocios son una cuestión muy seria viejo querido, no es para emociones ni apuestas personalistas.
Y Bachelet se encuentra con la bencina justa para llegar al final de su periodo siempre y cuando no sobrevenga una nueva crisis, pero a la Concertación no le queda un gramo de credibilidad para enfrentar un nuevo periodo. Y qué se hace en esos casos.
Todos los gobiernos recurren al enemigo interno o externo en esos casos graves de "legitimidad". La Concertación ya reforzó la idea del terrorismo en sus orígenes, luego del Delincuente, del Narcotraficante, del Lumpen, pero ese enemigo interno cada día más se hace más difuso y menos enemigo para gran parte de la población.
Se dice por la prensa nacional que todos los gobernantes azuzan conflictos vecinales para solucionar sus problemas internos pero nunca de cómo Chile hace lo mismo. Fue el gobierno Chileno quien le pidió al Peruano una Cartografía que explicara su demanda marítima y fue el gobierno Chileno quien respondió escandalizado al conocer de su solicitud.
Y cuando la Moneda evaluaba la factibilidad de un movimiento militar en la frontera sobreviene un terremoto en Perú: Cómo para creer en dioses. Y es el mismo terremoto quien demuestra en vivo y en directo quién es esta potencia hostil que intenta arrebatar el mar a Chile. Un mar dicho sea de paso, privatizado. Un mar que los "Chilenos" no pueden explotar al igual que los Peruanos pero sí una docena de empresas sin que medie ninguna compensación.
Que no se nos olvide que la guerra del pacífico comenzó por algo muy parecido. Un gobierno Chileno defendiendo a sus empresarios no a su integridad territorial ni a sus ciudadanos, sino que a los ruines intereses comerciales de los rentistas salitreros.
Y Perú, pasó de la potencia hostil que nos mostraban los medios y armada hasta los dientes, a un grupo de casitas de barro desmoronadas, sin luz, agua ni alimentos. Quedó claro que carecían de la logística más elemental: No habían helicópteros, fotos satelitales, catres de campaña, hospitales, puentes mecano, etc. La inminente invasión peruana habría detenido su andar antes de llegar a la línea de la concordia por que sus militares no habrían tenido agua ni petróleo para avanzar los sesenta kilómetros que los separan desde Tacna.
Si bien una guerra, una GUERRA con todas sus letras, es imposible entre latinoamericanos, no me caben dudas que una Guerrita al menos habría desatado la Bachelet en contra de los peruanos con mucho gusto de modo de volcar el apoyo popular perdido luego de años de elusiones programáticas. Y los militares felices de recuperar el honor perdido por años de represión interna y de mostrar sus juguetes nuevos comprados gracias a la bonanza cuprífera.
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