Bastará un tenue fulgor para iluminar las tinieblas.
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lunes, 19 de noviembre de 2007
Arte, Historia del Arte y Museísmo.
2:23 p.m. | Publicadas por
azeta |
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16 de Junio de 2005. El estudiante Luis Emilio Onfray Fabres robó y luego devolvió una escultura de Auguste Rodin. En la misma época dos Jóvenes Chilenos Fueron Apresados en el Cusco por pintar un graffiti.
Antes que Chile se destapara, en aquellos tiempos en que no se mostraban desnudos en la televisión abierta y en los diarios aparecían burdas transgresiones, La Casa de vidrio, La Baby Vamp y Los primeros filmes pornográficos criollos; la pauta noticiosa consistía en discutir si tal o cual obra era artística o pornográfica. Nadie defendió la idea que arte y cierta pornografía eran género y especie. Los expertos del arte, al igual como todos los expertos, actuaban como sacerdotes y canonizaban lo permitido como excomulgaban a los que se alejaban de sus dictámenes. Ellos no defendían el arte, sino el respeto absoluto y sumiso a lo que en restrospectiva valoramos como manifestaciones artísticas legítimas. Esta noción no debemos confundirlo con el arte, esto es tan solo una externalidad negativa del arte, el museísmo.
Un viaje a Machu Pichu y el Cusco a cualquiera le hará notar la diferencia entre arte y museismo. Se conserva la arquitectura del pasado instalando una ciudad con todos los vicios del presente sobre ella. Un museo al aire libre con todos los vicios de un museo pero con personas dentro de él y que hacen su vida normalmente transformándose en obras de arte caminantes. La preservación de estas dos ciudades tiene que ver con el dinero que logran extraerle a todos los extranjeros que la visitan, me cuesta creer esa visión tan museocentrista de que los habitantes del Cusco prefieren vivir en esa vieja ciudad, de calles estrechas, de alcantarillados a ras de suelo por el solo placer de sentirse típicos. Su pobreza los obliga a vivir en el museo, y la pobreza permite que migren peruanos bilingües hacia el Cusco para ser subempleados en la venta de artesanía, atención de bares y restaurantes, y en la prostitución. Los demás Cusqueños deben caminar con trajes típicos y cobrarle propinas a los turistas
Si el arte es aquella obra derivada de la subjetividad de un individuo, única e irrepetible, solo podemos excluir de esta definición las copias de una creación artísticas, las creaciones industriales que son creadas en forma serial y con fines de lucro, y las artesanías, que consisten en creaciones industriales con técnicas precarias, generalmente preindustriales.
Por ende, una obra pornográfica – en que la fornicación sea exhibida y sea lo central en la obra - es arte en la medida que no sea una creación industrial o una artesanal. Su aporte al acervo artístico humano será juzgada a posteriori.
El aporte artístico de las obras industriales y las artesanales también es juzgado a posteriori y existen muchas creaciones que hoy son objetos de culto popular y que en su momento fueron mamarrachos. ¿Qué duda cabe que son expresiones que el mundo quiere conservar tal como Stonehenge e Isla de Pascua?
El problema surge con el museísmo. Esa compulsión de creer que algo debe ser arte porque es legitimado por una corte de expertos y a la vez es susceptible de ser subsumido dentro de las mohosas paredes de un museo, una galería, un teatro, una película de 35 milímetros.
Entonces el arte es la vanguardia, lo que prevalece como arte es aquello que hace que el mundo se mueva. El arte no tiene dueños, ni jueces, ni necesidad de abogados que la defiendan. El arte, que prevalece, el de los museos, el de las piezas millonarias que se atesora, es el que era la punta de la lanza del cerebro humano, aquello que la ciencia no era capaz de corroborar, aquello que las humanidades no eran capaz de defender.
Entonces ¿Por qué el arte debe estar de acuerdo con las normas escritas anteriores a su creación? ¿Acaso para ser arte no se debe estar delante de toda ley y de toda moral?
En ese papel suicida que la sociedad les obliga a los artistas, quién juzgará sino la historia. El arte, al ser presente, es tan imperceptible como la felicidad, solo es posible disfrutarla como nostalgia, pero cuando es presente es menester no apresarla ni en el museo ni en la cárcel.
Grafitis en la subida de las siete culebras, tomarse prestada una escultura de bronce de Rodin, requieren por lo menos una nota al pie.
El Cusco fue construido por Españoles sobre una ciudad Inca al igual que muchas ciudades Europeas fueron construidas sobre ciudades Romanas, Griegas y Persas. Pero ocurre que en nuestra sociedad podemos congelar la historia e intentar preservar monumentos a pesar de la humanidad que transcurre en ellos.
Las siete culebras son un plagio hispano sobre una creación Inca, la escultura de Rodin es una de las miles de piezas que pueden haberse sacado de un molde de cera, o acaso ¿Rodin esculpió sobre el bronce?
Rodin tenía una industria que creaba artesanías. Al igual que muchos escritores que solo crean guiones y pagan a otros escritores para que confeccionen una novela, Rodín era quien creaba y mandaba a otros escultores a materializar sus creaciones una por una, pero también en serie y con fines de lucro. Las obras no eran firmadas por Rodin sino que por el taller Rodin.
Sin embargo en retrospectiva, podemos, sin siquiera ruborizarnos, pedir que se apliquen las penas del infierno en contra de un joven que sustrajo y devolvió una obra industrial- artesanal – artística, sólo para hacer más celebre a Rodin a más de un siglo de su muerte y a los museos, a más de dos siglos de su prescindencia.
¿Porqué defiendo lo más difícil pudiendo empezar por el argumento más eficaz?, Porque cuestiones así deben ser antes comprendidas que juzgadas.
La ley está a favor de quien sustrajo la obra de Rodín aunque el Fiscal no lo sepa y el defensor tampoco. Para que se configure el delito de Hurto, para nuestra ley, el autor debe haberse apropiado de una cosa mueble con un fin de obtener un lucro directo con tal apropiación. Si alguien la sustrajo para devolverla jamás la apropió (se entiende la apropiación como sentir una cosa perteneciente a uno, para uno, no algo de otros que yo escondo y por tanto devuelvo), la ley luego se pone en el caso de que el que roba o hurta devuelve la cosa y esa es la norma que se le está aplicando a quien sustrajo la obra de Rodin, pero esa disposición es aplicable a quien Roba y se arrepiente, no a quien sustrae para devolver. Menos a quien sustrae para demostrar la vulnerabilidad de la conservación, de museísmo, y lo burdo del control y de la vigilancia.
Sin embargo la gran reforma procesal penal debuta con el Fiscal Andrés Baytelman solicitando la prisión preventiva y a un defensor público solicitando la libertad porque era un acto artístico. La realidad supera al arte, a veces imita a la comedia negra como en este caso. ¿Quien dijo que el artista está exonerado en su creación de la ley? El artista debería estar en contrariedad a la ley, a la moral y al orden público. Lo que ocurre aquí es que por una casualidad, por algo no previsto por el autor, su acto no es ilícito, al menos penalmente. Esto es un Hurto de Uso, completamente impune en nuestra legislación y en prácticamente todas.
Lo peor es que los abogados, los padres, los profesores, las autoridades, obliguen a un joven trasgresor a domesticarse asumiendo una culpa que legalmente no le corresponde para ser perdonado por todo el sacerdocio que considera que el arte es el sanquismo y la canonización de Neruda.
Lo peor es que aparte de haberte robado tu libertad por unas horas te roben tu nombre y tu obra. Si se equivocan tus abogados y no alegan tu clara inocencia, la cárcel es lo mejor que te puede pasar, la soportarás, lo que no soportarás nunca será tu breve y errática carrera, de haber creado lo mejor en décadas y luego dar disculpas por ello.
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1 comentarios:
acabo de llegar a este blog. estoy haciendo una investigacion del tema. si te interesa, escribeme. d_letreo@hotmail.com
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