Violencia y Control Social

De que nuestro pueblo es religioso no caben dudas, lo que aún no está claro es cuál es su religión:
Si algo sobraba en el parque O'higgins eran personas con "dificultades de desplazamiento" o en "capítulo de muerte" siendo arrastrados por un familiar, amigo o vecino, para que "diera una vuelta" por las fondas.
Cualquier ateo profesional dirá "era más factible que murieran en ese pozo húmedo e insalubre" que en sus respectivos domicilios.
Pero eso es no entender el profundo fervor de nuestro pueblo y la arraigada creencia que la chicha con más bacterias es capaz de curar el peor de los males y que es mejor comerse a los perros como anticuchos a que te persigan o muerdan los tobillos.
El mierdero de la fonda es visto como la fuente de la eterna juventud.
 De lo que se trata es juntarse y dar vueltas, como si se tratara de la Meca, y ojalá revolcarse en la insalubridad.
Tiene que ver más con las saturnales que con las bacanales, con disfrutar de los orines y de la mierda, y su ostentación, más que del alcohol y sexo.
Los borrachos son entes mediadores, sacerdotes, quienes defecan y orinan el milagro.
 Los moribundos son atraídos irresistiblemente por esa promesa de sanación escatológica.

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